Quien eras tú eras tan hermosa, nunca supiste cuándo lo fuiste o cúanto lo fuiste, simplemente dejaste de existir así como un día lo hará el viento junto a sus enemigos.Te acercaste a un espejo y te sentiste completamente irreconocible, pensaste en la penumbra del atardecer que nadie podría mirarte de nuevo, que nadie sabría quién eras tú, sin darte cuenta que aquellas cicatrices que escondías debajo de un montón de palabras vacías escritas con tinta azul eras las mismas que te harían volver tal vez veinticinco años después.Perdiste de nuevo la batalla que contigo nadie quiso pelear, la cual estaba sumergida dentro de una botella de agua con colillas parcialmente desechas, nadie pudo de nuevo mirarte a los ojos porque jamás quisiste que miraran a través de ellos, te escondiste detrás de tus pestañas y un letrero de “no molestar”.Extraños que vagan como tú en la imaginación de la noche, parece que entienden más lo que es el verdadero daño a sí mismos, el no aceptarse tal y como lo describen las asquerosas huellas que marcan tu rostro, como los vacíos hoyos que se encarnan a través de tu piel viva-muerta para adentrarse en la profundidad de tu alma. Quieres dormir pero te golpeas en el estómago para no hacerlo.Por el amor a alguien, a las persona a la que tú más quieras, a la que le adjudiques alguna especie de adoración, por la obsesión que posees por esa persona;  calla tus quejidos que nadie nunca escuchará, porque quien fuiste tú, esa persona tan hermosa, esa persona tan enferma, esa persona tan inútil socialmente, era verdaderamente magnífica y maravillosa, ¿recuerdas?, ¿recuerdas acaso lo que algún día fuiste tú?, ¿ de verdad te viene a la mente alguna escasa memoria que hasta el momento se encontraba perdida y que ha vuelto a respirar y sentir?.Recuerda quién fuiste tú.