Me encuentro tan inmersa en pensamientos del pasado que ésta tarde noche no me dejan ver más allá.Odio los dos segundos que mi mente te dedica y que me detienen, que me recuerdan el dolor.Puede que mi mente me engañe y que trate de engañar a mis sentimientos ocultos, a veces la entiendo que haga eso, otras veces no; porque algo que está dentro de mi me obliga o la obliga a ponerme en esta situación de dolo.Nunca hablamos y nunca fuimos amigos, creo que el destino nos obligó a nunca serlo, aun así me gustaría pensarlo, porque la persona que aun existe en mis recuerdos le gustaría intentarlo, no la persona que eres tú ahora y que me desconoce por completo.Uno sigue con su vida porque tiene que ser así, hace cosas que nos obligan a seguir adeltante y no mirar hacia atrás, los recuerdos son los que nos mueven por momentos y nos hacen detenernos en el tiempo, como me lo hace el tiempo hoy.Mi mente se encuentra tan bien en situaciones específicas, las cosas diarias que tiene que realizar, caminar, respirar, pero a ésta mente se le dificulta descansar, dormir, soñar; en pocos de esos sueños apareces como un vago recuerdo de lo que solías ser y de lo que ya no eres ahora: parte de mi vida.Supongo que eso es lo que me molesta y lo que mantiene distraida a la mente, saber que nuestros caminos han sido tan diferentes y distantes, que nunca has hecho como yo, dedicar dos segundos de tu vida al pasado.El tiempo ha sucedido tan rápido que encuentro absurdo el tener que estar escribiendo éstas palabras después de tanto…espacio, hacerme a la idea de que quien fuiste una vez ya no lo eres ahora. Que a quien, aunque me cueste aceptarlo, le guardo un cariño, parece despreciarme enteramente.Deseo que nunca lo hagas, que nunca dediques dos segundos de tu tiempo en mirar hacia el pasado, que como ahora sigas mirando adeltante y que lo único que te detenga sea algo verdaderamente importante, algo que por las noches de insomnio te mueva y digas: ¡demonios!, me gustaria hablarle, y que en ese momento, cuando estés a punto de dormir entiendas justo lo que trato de decir. Que cuando la mente busca en qué entretenerse puede entretenerte, pensarle y añorarle que desearías no volverlo a hacer.