Acabo de obtener una revelación… acordándome (estúpidamente) de los últimos momentos que pasamos juntos. No quisiste tener sexo, lo tuvimos, pero después ya no quisiste. El sexo, siempre es el sexo.
Podría decir que es un tema que me rodea, la falta de, el mucho de, el no de… siempre hay algo alrededor del tema que no me deja estar quiera, ¿es mi culpa que no tengamos sexo? en el pasado seguro que lo era, porque no me encontraba atractiva, porque no me podía ver a los ojos. Después llegaste tú y me diste esta noticia que aún no me deja dormir, no he dormido, lo he intentado pero no he dormido, he tenido que recurrir a las artes del engaño. Me han funcionado bastante bien.
Entonces si uno se esfuerza, si uno cumple fantasías, si uno hace todo lo posible por tener esa área en “mantenimiento” pero luego pensé, ¿de verdad era así? tal vez había cosas que no hacía de las cuáles nunca me di cuenta.
Necesito hablar, no puedo estar lidiando conmigo en este momento y no necesito que me digan que todo va a estar bien, que todo esto fue lo mejor. No necesito de eso, necesito que me digan qué fue lo que no hice, para hacerlo algún día, y qué fue lo que hice de más para no volverlo a hacer.
La ansiedad es el asesino serial del amor, te ahoga y me ahoga.