La noche llega cuando es de día y no solía ser así. Me esfuerzo, en verdad me esfuerzo por complacerte. Por complacerme.
Muchas veces no quiero ser así, como soy, y me llega la noche de día, las mismas tonterías, las mismas formas de decir las cosas, ¿qué estoy haciendo mal? Al parecer sólo produzco enojo en las personas y me gritas, y me dices las cosas que ya sé, siento hoy que me lo restriegas en la cara ¿por qué?
Porque me llegó la noche en el día desde hace más de diez días. Porque no puedo respirar bien, mírame, ¡mírame!, ya no sé quién soy y me dijeron hace un tiempo que pensaría en morirme y lo hago, lo hago desde hace tiempo y me esfuerzo, te juro por Dios que me esfuerzo, con todo mi corazón y con todo mi ser. No te miento.
Ya me decían que habían cosas que no podría decirte jamás y ahora sé que tienen razón, hay cosas que ni siquiera deberías de saber, hay cosas que no debería de contarte, hay cosas que no valen la pena decir; te has convertido en mi confidente, ¿estará eso bien? No lo creo, no deberías ser tú quien me escucha y me hace llorar. No debería ser así.
Llega la noche en el día y no veo para cuando amanezca.
No deseo estar aquí, no más.