Para el soldado Esquivel
Todo me abandona,
las risas, aquellas mañanas,
nada poseo,
admiro recostada sobre el piso de mi habitación.
*
Como un fracaso
me quedan los recuerdos,
anhelo mi victoria,
en el mismo cuarto oscuro me esperan…
*
Las derrotas,
el constante nudo en la garganta,
no quiero regresar a casa,
no con estas ropas y estas lágrimas.
*
Llegará el día, lo sé,
en el que mis pasos alcancen la colina,
me muestren el camino al campo,
estará nublado, despejándose.
*
Habrá tanto viento
que no podré conservar las lágrimas,
me mirarás a lo lejos
sin palabras.
*
Me escondo en mi imaginación,
mi realidad es esa,
en ella casi no existe sentimiento.
Desde el otro lado de la colina…
*
mirando hacia el ocaso del pueblo
me enseñas cada una de las causas,
tu voz silenciada por el viento,
y mis lágrimas.