Recuerdo cuando solíamos platicar horas acerca de nuestra vida y nos parecía asombroso conocer a una persona de una manera tan íntima como sólo una amistad te lo puede ofrecer, porque no tienes que estar fingiendo nada, porque no tienes porque estar ocultando nada, porque todo a tu alrededor y de tu persona parece tan normal y tan lleno de cosas que no te queda más que contarlas.Recuerdo cuando solías hacerme reír por cualquier cosa y todo de ti me parecía un tanto maravilloso, un tanto paciente, como un amigo nunca supo ser de mi, completamente comprensible, con quien podía no hablar y no habría problema, quien sabía cómo estaba y me regalaba momentos de tonterías. Quien me daba un abrazo que tanto trabajo me costaba recibir.Recuerdo la forma en la que solías mirarme al principio y me extrañaba demasiado, que alguien pudiese mirarme de esa forma, que alguien con una mirada quisiese decir tantas cosas y que al final terminara diciendo algo completamente contrario a lo que pasaba por su mente, como si temieras decirme las cosas, como si fuese mejor callarlas, como si no importase lo que tú pensaras. Eso nunca estuvo bien.Durante mucho tiempo me aproveche de ello porque creí que la persona que tú me mostrabas en un principio era quien serías para siempre, nunca supe cuando las cosas que yo te decía comenzaban a molestarte o incluso a decepcionarte, simplemente pasó.Mi primo me dijo una vez que el momento en el que las cosas habían cambiado con su chica había sido en febrero de hace dos años, yo no sabía cómo era posible que el supiera con exactitud el momento cumbre de todo, así como yo lo desconozco, quisiera tener esa mentalidad y no tener ésta, quisiera ser centrada en la vida y tener alguna meta que se pueda realizar, quisiera limitarme  y entender las cosas que no puedo hacer y que no van a suceder, quisiera que leyeras esto y comprendieras un poco lo que siento, me molesta tanto la persona que soy, porque la persona que reflejo ser, la persona que soy, y la que quiero ser, son personas completamente distintas y odio a cada una de ellas.Hay cosas que quisera ofrecer con todo mi corazón pero que sé no puedo realizar, que me cuesta demasiado trabajo realizar, tengo que fingir ser una persona que la verdad no puedo ser, alrededor de mi no hay algo que me motive en este momento, hoy que esty frente a una computadora haciendo no se que cosa y pensando en todo lo que podemos ser y que tristemente no somos, y yo dudo mucho serlo para ti, alguien especial y con quien puedas estar sin tener la decepcion y enojo que reflejas al mirarme, quisiera no ser quien te provoca esas cosas, quisiera ser todo lo contrario, alguien a quien puedas amar verdaderamente.Quisiera hablarte en este instante pero estoy sobreenterada que lo que yo quiero hacer no es necesariamente lo mejor por hacer, porque lo que quiero hacer no está bien, quiero hablarte cuando estás enojado y no debo, quiero hacer una cosa y termino no haciendola, quisera que haga algo y no lo hago, prometo cosas que al final se me hace muy sencillo no cumplir. Suelo tener esa idea rara en la cabeza de que las cosas que haga podrán tener un fácil perdon porque no me veo no perdonándote a ti, nuevamente, no todas las personas reaccionan al igual que yo.Sentada en el atardecer de este jueves lluvioso me pregunto, ¿qué pasara por tu cabeza?, ¿pensarás lo mismo que yo?, ¿sentirás lo mismo que yo?, ¿nos veremos a los ojos de la misma manera?, ¿algún día podrás volver a mirarme de esa manera?, ¿podré cambiar? ¿podré ser todo aquello que quiero ser?… ¿estaremos juntos?No lo sé.