El hombre que camina a su lado

Buenas noches mis escasos dos lectores, ja ja, hoy vengo en esta noche con un poco de tiempo libre decidida a dedicarle más tiempo a este mi blogg, yo siempre he sido muy insegura de mi misma por distintas razones, ya sea de mi físico o de todo en mi, lo que trato de decir con esto es que ustedes son los primeros lectores que he tenido, jamas me he atrevido a enseñarle mis escritos a alguien por el terrible temor de que me dijeran que soy mala para esto. Así que, no pretendo que me digan que soy buena o excelente ni mucho menos, lo que les pido hoy que soy un poco más madura es que critiquen, me digan, opinen, den su punto de vista, con eso me doy por bien servida.Ahora, el escrito que estan a punto de leer también es viejo, es sólo que quiero empezar con una especie de evolución, que conozcan lo que escribí y después lo que escribo para que así puedan decirme si he crecido o no, o madurado literalmente, yo siento que lo he echo pero claro está que mi opinión no es del todo objetiva.Cuando escribí esto yo tenía aproximadamente 16 años y ese día iba a ser la graduación de primaria de mi sobrino que hoy en día tiene 17 años, a lo mejor yo era más grande o más pequeña, la verdad no lo sé, pero esta es una pequeña historia de una larga y muy triste historia.

Septiembre 2003

EL HOMBRE QUE CAMINA A SU LADO (a Lucio)

Cuelga su memoria en la calle desconocida,

cuelga su recuerdo frente a una vela prendida,

él lo llama todas las noches y juega con él,

sonríe mientras una lágrima por su rostro se vierte.

Camina descalzo por las calles de carbón caliente,

se siente solo pero después recuerda que nada siente,

corre sin cesar, corre sin caminar,

ríe de felicidad, ríe sin llorar.

No presté atención cuando dijo que faltaba una,

traté de entender cuando se puso a llorar,

y de pronto como una luz de bengala el dolor sorprendió,

el sonido de unas llantas rechinantes como un eco se escuchó.

Llamó al trabajo y no contestó,

miles de ideas susurraron dentro de su cabeza,

quedó como una promesa intacta en la oscuridad de la noche,

que se esfumó con el viento y deformaron las palabras.

Levantó el teléfono, sabía a quién llamar,

cerró sus ojos lento y escuchó su palpitar,

una lágrima recorrió el kilómetro de su rostro,

y no respiró, él no cruzó.

Aún recuerdo el rostro pálido,

llorando sin cesar, ¿quién lo iba a cuidar?,

tomó su equipaje y se marchó,

horas después su corazón cedió.

Eran las tres de la tarde y no entendía nada,

la leyenda de boca en boca se contó,

y ahora en papel escribo

la historia del hombre que camina a
su lado.

Doce años y tal vez dos días después

un escalofrío se hizo sentir alrededor,

mientras bailaba

yo sabía que él lo miraba.

Y ahora solo por fotografías que él nunca recordó,

alguien a quien tal vez todo le dedicó,

quien murió

le dedico esta extraña oración.

6 thoughts on “El hombre que camina a su lado

  1. Fijate que yo hace poco encontré escritos mios de por ahi de 1999… sinceramente a como soy de exigente ahorita, se nota que no tenia ni pizca de talento jajajaPero leo los tuyos y tienen coherencia y metrica.Eso significa que tu si tienes talento asi que.. a cosechar sobre de él.En la otra semana, pasame por mail donde trabajas y a que hora sales. Para vernos.TE quiero muchoSalu2!!

  2. Bolas .__.si es cierto ke en cuanto a forma no es lo mejor ke he leido de ti (ke para ser sincero no he leido todo, pero si he leido :p) la verdad eske mueve, y mueve cabron.Obviamente esta cargado de una emotividad tremenda y describe perfectamente lo que se siente en esas situacions.El detalle ke me encanto fue la sutileza con la ke tratas el tema, con la ke describes lo ocurrido.Yo no se mucho de esto y tal vez mi critica poco te sirva la vdd, sin embargoipuedo decirte lo ke ami me gusta o lo ke no.Seguire revisando tus notas y gracias por compartirlas 🙂 ese definitivamente es un gran paso 😉

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