Fue como zumbido que ignoré, me estalló en los oídos. Fue como un golpe en el pecho, como el chillido del hule contra el concreto cuando un automóvil está cerca de atropellarte.
¿Qué me queda a mi? De nada me sirve saber que he perdido, como siempre, como estoy acostumbrada a hacer. Son estas ideas las que de pronto se alejan pero que si abro la puerta se vienen a mi, sobre el cuello, sobre los ojos. Como un virus que me inyectan, como el mismo aire, ese aire que entra por la ventalla me quema mis pestañas.
Mi pecho se ha colapsado, por momentos, cuando recuerdo que no estás más a mi lado, las lagrimas envuelven mis labios, estos labios que ya no serán besados por los tuyos, te juro que me han quedado muchos besos por darte. Juro que imaginé una vida juntos pero no quería pensarla demasiado porque no quería ilusionarme, ¿era eso o el hecho de que nunca debimos empezar? Me pregunto, aquí. ahora, ¿cuál fue el sentido de esta relación?
¿Acaso fue aprender las cosas que me enseñaste? Si ha sido eso lo agradezco, con todo corazón, agradezco cada momento que me hiciste reir, que me diste un abrazo. Te agradezco el que siempre hayas cuidado de mi, el que siempre fuimos un mismo equipo, jalando para el mismo lado, luchando en la misma pelea, la pelea de una vida y metas que ahora… ahora tengo que correr sola ésta carrera.
Uno no se puede despedir con una sonrisa de saber que no te volverá a ver igual. Que lo que ha salido por esa puerta ya no volverá, no de la misma forma. El hombre que yo deje ir, ayer en la noche, a ese hombre no lo voy a volver a ver; aunque la despedida haya sido la misma que miles anteriores, fue un adios. Un hasta siempre.
Yo he cometido muchos errores en mi vida, de los cuales siempre me he sentido orgullosa; de cada uno de ellos me tengo una historia. Ahora ya me despinto las uñas y eso es algo que voy a hacer por el resto de mi vida, por el resto de mis dias, cada vez que me despinte una uña recordaré tus ojos, tus lindos y hermosos ojos, esos hermosos ojos que ya no volvi a ver.
Tú eras mi pareja, tú eras mi compañero, tú eras mi amigo, tú eras el primer pensamiento de mis mañanas, tuya era la voz que escuchaba antes de dormir. Todo iba bien y de pronto desaparecimos.
Allá van mis planes para nuestro aniversario y tu fiesta sorpresa de cumpleaños, allá van los boletos a los conciertos que no pudimos ir, todas las bandas que te quería enseñar, todas las cosas que quería que aprendieras, que sentía que debías saber. Allá van los planes de una viaje que nunca tomamos.
Quererlo, en verdad querer algo, acostumbrarte a él y cuidarlo. Nos perdimos.
¿Qué pasa después de la vida?