El tiempo se detiene pero al mismo tiempo corre tan de prisa, no puedo tomarlo, no puedo mirarlo por completo, ¿a dónde te has ido?, porque yo no te encuentro.Yo era tan distinta a lo que soy ahora y me desprecio, ¿te has dado cuenta de lo que solías ser? yo no entiendo nada de lo que hablas en mi cabeza, por favor déjame ir, no puedo sostenerte ni un segundo más.Me atas en tus miradas,te escondes bajo inútiles palabras,te entierras en mi cuerpo hasta que no te puedo reconocer,recuerdo, maldito recuerdo,yo no me dejaba mirar,recuerdo, maldito recuerdo,mi enfermo acompañante que no me deja tocar.Y vuelves de una manera tan cínica e hipócrita que me causasn sonrisas tus palabras, eres algo tan maravilloso que mis ojos no pueden verte así como no pueden mirar de frente a la luz del sol, déjame ubicarte entre el roce del viento remojando mis dedos, déjame besarte una vez más.Los momentos que hemos pasado solían reconfortarme y ahora se han escapado por completo.Mátame decía esta extraña voz en mi cabeza, quería que mi mente la expulsara para que pudiese respirar, es como aquella piedra que no me deja avanzar en mi camino y que me marca el error de mi tiempo, de mi vida, de todo lo que soy, se encuentra tan avanzada que cuando trato de olvidarme de todo me indica con un fuerte dolor, con un fuerte golpe todo lo que viene sucediendo, me hace exprimir de mi cuerpo la sangre que tanto tiempo se ha tomado en construir.Mírarme a los ojos es algo imposible porque estás demasiado ocupado en mirarte a los tuyos ¿de qué te escondes? ¿qué me tratas de demostrar? me das pena pero tu cuerpo me habla y me llena, me hace suya, ¿en qué nos hemos convertido? si tú a mi me odias y yo a ti te podría matar.Escóndete muy bien por ésta vez que de seguro la urgencia de mi cuerpo por algunos de tus besos te sabrá encontrar.