Pesadilla en 5 de septiembre

Pesadilla-monicaesan

Tuve una pesadilla horrenda, soñé que era feliz. Estabas ahí, con tu cabello rizado y tu risa estruendosa. Y tus ojos tan tristes y distraídos.

Mi único consuelo fue despertar diciéndome: “Pero esos ojos los viste alguna vez, observándote”. No era una ilusión ¿cierto? Me miraste así, lo recuerdo, como enamorándote.

 

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