|Malos pensamientos|

Bajo el sonido del piano emergen como demonios que no pueden olvidarme. Tal vez si cerrara los ojos podría encontrarme con él, si cerrara los ojos lo suficiente…

Se desprende del algodón blanco que lo envuelve. La piel grisácea se tiñe en cada célula de color, espirales de humo y burbujas de cristal lo devuelven a mi tierra. Aparece tan de pronto, cumpliendo siempre a su promesa.”Hazme una señal cuando no puedas decir -no más-”

Tal vez si durmiese lo suficiente podría encontrarme con él…

Tantos sonidos a mi alrededor totalmente incomprensibles. Mis brazos me amarran, sofocándome. Ejércitos de insectos emergen del suelo y caminan sobre mis pies. Por qué caminan contra corriente, por qué no avanzan como yo. Bajo la máscara de gas sonríe la diosa que juega con mis emociones, que me sumerge más al fondo. Para deleite, masoquismo y placer.

Llegará el día que se reúna conmigo, algo me dice mi instinto. Aunque a veces me falla y me obliga a creer cosas que no suceden a mi alrededor. “¿Estaré enloqueciendo de nuevo?”, te pregunto. “Sabes lo que somos”.

Admirándome por la noche, como guardia a princesa. Protegiendo mis sueños de los malos pensamientos. “Llora más, no apagues tu llanto”. No será fácil, lo sé.

Tal vez si llorara lo suficiente podría encontrarme con él.

Pasos cansados y firmes, la madera cruje con tu presencia. Igual de lastimados, generación tras generación sintiendo el mismo llanto. Hazme una señal. No seas ingenua que la cosa no va a mejorar, pero al menos estaré para hacerte compañía. No acalles el llanto ni pretendas ser fuerte. El día viene y viene, eso no cambiará. Hazme una señal.

Mi abuelo, mi héroe, siempre habrás de encontrarme y levantarme.

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